"..no al matrimonio, no a salir con hombres, no a tener sexo y no a reproducirse."
por Miriam García | @miriamgarcia_99
Corea del Sur es un país que todavía tiene pendiente la materia de igualdad de género en lo que respecta a derechos de las mujeres. ¿La razón? Una cultura conservadora construida sobre unas bases patriarcales que desde hace años el feminismo coreano está tratando de romper para avanzar al ritmo de Estados Unidos y de Europa.
El
movimiento feminista en el país del K-pop, de la moda, de los productos
cosméticos y de gigantes tecnológicos como Samsung y KIA lleva unos años dando
de que hablar en occidente y en especial, una de sus vertientes más radicales y
rompedoras. Hablamos del movimiento de los cuatro Noes (en inglés 4B Movement),
cuyas bases, sobre las que se sustenta, son: no al matrimonio, no a salir con
hombres, no a tener sexo y no a reproducirse.
Bajo
el mando de un Gobierno conservador, liderado por el presidente Yoon Suk-yeol,
del Partido del Poder Popular, Corea ha visto como los derechos de las mujeres
y las medidas por propiciar la igualdad de género se han ido reduciendo cada
vez más. Pues desde periódico El New York Times explican que el Gobierno defiende
medidas regresivas que no hacen sino agravar el problema. Y añaden: “Hacer la
vida más justa y segura para las mujeres haría mucho por reducir la amenaza
existencial del país”.
Como
resultado de estas medidas llevadas a cabo por sus dirigentes políticos por
evitar el avance en materia de igualdad, el Índice Global de Brecha de Género
del Foro Económico Mundial del año 2023 clasificó a Corea del Sur en el puesto 105
de 155 países en términos de igualdad de género. Una encuesta realizada en 2022
reveló que hay más mujeres que hombres (el 65 % frente al 48 %) que no quieren
tener hijos. Están redoblando su apuesta al evitar directamente el matrimonio
(y sus consabidas presiones). El otro término con el que se conoce en Corea del
Sur la huelga de natalidad es “huelga matrimonial”.
Según
Amnistía Internacional, en Corea del Sur las mujeres se enfrentan a múltiples
barreras jurídicas, sociales y económicas y a la discriminación en todos los
ámbitos, así como a unos niveles de violencia de género elevados y crecientes
tanto dentro como fuera de Internet. El país tiene la mayor brecha salarial
entre hombres y mujeres de las 38 naciones de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y las mujeres siguen estando
infrarrepresentadas en los puestos de liderazgo: representan el 19% de los
parlamentarios y parlamentarias y menos del 5% de los cargos ejecutivos de las
100 empresas con mayores cifras de ventas del país.
En
este sentido el New York Times apuntaba en un artículo publicado en el 2023 que
“El presidente Yoon Suk-yeol ha dicho que el feminismo tiene la culpa de
impedir las “relaciones sanas” entre los hombres y las mujeres”. Algo que desde
el periódico afirman que ha entendido al revés: “La igualdad de género es la
solución al descenso de las tasas de natalidad”.
Además, el presidente prometió cerrar el Ministerio de Igualdad de Género y Familia de Corea del Sur, que apoya a las mujeres y víctimas de violencia sexual, alegando que trata a los hombres como «potenciales delincuentes sexuales». El noviembre pasado, los medios locales informaron que el gobierno de Suk-Yeol había eliminado los términos “igualdad de género” y “minorías sexuales” de los libros de texto escolares.
El
movimiento de las 4B
La novela publicada en nuestro país de la escritora
Cho Nam-Joo de 2016, “Kim Ji-young, nacida en 1982”, da voz a la realidad que
viven millones de mujeres surcoreanas en el país asiático. En
sus páginas, la escritora relata las experiencias de sexismo, desigualdad y
misoginia constantes a las que una mujer típica se enfrenta a diario en la
Corea del Sur contemporánea. Una novela desoladora e importante para el
movimiento feminista coreana, pues es un libro que ayudó a poner en marcha el
Movimiento 4B. Porque, al igual que la heroína creada por Nam-Joo, las mujeres
de Corea del Sur ya han aguantado suficiente.
Agotadas
por la discriminación de género las seguidoras del Movimiento 4B no solo
quieren luchar contra el patriarcado, sino alejarse de él por completo. Además de la novela de Nam-Joo, 4B bebió bastante de la
campaña “Escape The Corset”,
la revolución de las
mujeres de Corea del Sur contra los estándares de belleza.
El
movimiento se gestó en el país en el 2017 de la mano de figuras pioneras como
Jeon Bora, que capturó imágenes de mujeres que optaron por raparse la cabeza
como un gesto de rebeldía, y Summer Lee, quien se grabó a sí misma sin
maquillaje, vistiendo prendas holgadas e infantiles. Estas mujeres documentaron
los esfuerzos de las surcoreanas por emanciparse de la opresión masculina,
contribuyendo así a atraer a un creciente número de seguidores para el 4B.
Como
ya explicamos más arriba, el 4B se basa en cuatro principios: Bihon (no al matrimonio heterosexual), Bichulsan (no al
parto), Biyeonae (no a las citas) y Bisekseu (no a las relaciones sexuales
heterosexuales).
Entre las figuras públicas defensoras del movimiento, se encuentra la ex YouTuber de belleza Lina Bae, quién publicó un vídeo en junio de 2018 titulado "No soy guapa", en el que va realizando todos los pasos típicos: reemplazar la gafas por lentillas, cubrir su piel con base de maquillaje, aplicar varias sombras de ojos en los párpados, pestañas postizas, rímel, colorete y, finalmente, un vibrante labial rojo. Hasta el momento, un tutorial de maquillaje al uso. Sin embargo, a medida que va acumulando capas de maquillaje, brotan en pantalla comentarios hirientes sobre su aspecto hasta que por fin se limpia todo el maquillaje, se quita las lentillas, vuelve a ponerse las gafas y se recoge la larga cabellera en una coleta. El último pie dice: "No soy guapa, pero no pasa nada ... No te compares con la imagen de los medios. Eres especial tal y como eres”. El vídeo acumula hoy millones de visualizaciones.